"Los recuerdos son fotografías tomadas por el corazón", ¿por qué no habría que vivir de ellos? Pues... la vida sería un martirio si lo recordásemos todo. El secreto está es saber elegir lo que debemos olvidar y lo que no. He ahí el problema, ¿verdad?
Pero me es imposible no recordar.
¿Por qué a ti no te hace daño tal cómo me lo hace a mí?
Yo soy fuerte, pero que no veas las lágrimas no quiere decir que no duela.
Te recuerdo; por más que no quiera hacerlo. Quiero olvidarte y arrancarte de mí, o al menos quisiera que mí recuerdo te carcomiera como los míos de ti lo hacen, ¿soy egoísta? Gracias por sembrar ésto en mí. Fuiste esencial y elemento necesario en mi vida; lo admito, y créeme que hice hasta donde pudieron mis manos para que nuestra relación creara aquél lazo inquebrantable que siempre soñé, pero lo dejé...
No porque haya renunciado, sino porque tuve suficiente de toda la situación.
Pero... ¿sabes? Gracias a ti hoy soy más fuerte que ayer, gracias a todos y cada uno de mis recuerdos he podido aprender algo (ya sea por las buenas o por las malas), y por ello no me arrepiento de nada. Ni siquiera me arrepiento de que alguien tan dañino cómo tú, y muchas personas más, hayan entrado a mi vida, pero de lo que sí me arrepiento es de lo que debí, y no hice.
Ahora sé que nadie es vital para vivir, y sé que hasta mi sombra puede traicionarme y fallarme.
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